Parece ser que en un futuro no muy lejano, con tomarnos una simple pastilla, podremos mejorar cualquier capacidad cognitiva a nuestro antojo. En esto está trabajando Zafaruddin Khan, de la Universidad de Málaga.
Su hallazgo, recogido en 2009 en la revista Science, tiene una importancia capital. Su método para lograr la mejora de las capacidades cognitivas en ratas consiste en la inyección estereotáctica de un "cóctel" especial, que incrementa la segregación de la proteína RGS14 en las neuronas de la corteza visual. "Esta intervención modifica la actividad del área V2", explica Khan. Hablamos de una biomolécula que producen naturalmente las células nerviosas.
La operación para crear un roedor con "superpoderes" sigue el protocolo de la corugía del cerebro humano, salvadas las diferencias. Tras perforar la parte posterior del cráneo, se inocula una solución con instrucciones genéticas empaquetadas en un vector; en este caso, un virus modificado en laboratorio. El agente viral se abre paso hasta el núcleo de la neurona y deposita allí las directrices para que la célula aumente la producción de RGS14.
Los animales así tratados, que tenían dos meses de vida cuando se efectuó la operación, vivieron los dos o tres años habituales en su especie. Además, las biopsias de tejido cerebral llevadas a cabo en diversos momentos de su existencia no mostraron deterioro alguno. Sin embargo, las cobayas intervenidas ya no eran las mismas de antes. Tras la operación, fueron sometidas a un experimento muy sencillo, "Básicamente les mostramos objetos y realizamos diversas pruebas para ver si los recordaban". Mientras que los roedores no inyectados solo podían retener la información durante 45 minutos, los ejemplares con dosis extra de RGS14 los reconocen hasta cuatro o cinco meses después de enseñárselos.
No obstante, no se puede encontrar el fármaco perfecto, que no traiga efectos secundarios junto con su acción deseada, simplemente porque no existe. Por lo tanto, cuando este proceso se adapte al ser humano, habrá de valorarse el riesgo-beneficio que tendrá su uso. Por ahora, los estimulantes cognitivos más usados son:
- Modafinilo. Eficaz contra la narcolepsia o para paliar los efectos del jet lag. No crea adicción física pero se han descrito efectos secundarios como el insomnio o la agresividad.
- Donezepelio. Favorece la producción del neurotransmisor acetilcolina, que juega un papel importante en el proceso de aprendizaje. Si bien a largo plazo puede provocar el efecto opuesto.
- Adderall. Elaborado con anfetamina y dextroanfetamina, se prescribe en casos de TDAH. Entre los efectos secundarios constan la euforia, la paranoia o la ansiedad.
- Metilfenidato. El fármaco por excelencia para combatir TDAH infantil, ya que potencia la agudeza y la concentración. La lista de efectos secundarios es realmente extensa: taquicardia, depresión, erupciones cutáneas, etc.
- Gingko biloba. Las hojas de este árbol de origen chino mejoran la memoria y la capacidad de atención. Solo tiene reacciones adversas si se consume junto con inhibidores de la serotonina.
Asimismo, podemos nombrar los fármacos que están desarrollándose actualmente, todos para tratar enfermedades como el Alzheimer, pero que podrán ser usados para estos fines.
- Antihistaminas. Alerta, atención y cognición.
- Ampakinas. Memoria a largo plazo.
- Inhibidores de la fosfodiesterasa. Memoria a largo plazo.
- Activadores del receptor nicotínico de la acetilcolina. Atención y memoria.
- HT-0712. Memoria a corto plazo.
Fuente: Revista Muy interesante.
Con esta publicación me despido de la Piedra Psilosofal durante unos días, pues además de los viajes interiores, también me atraen los viajes por el mundo exterior. Namasté.
Con esta publicación me despido de la Piedra Psilosofal durante unos días, pues además de los viajes interiores, también me atraen los viajes por el mundo exterior. Namasté.
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